La evaluación de las políticas y servicios puede definirse como "el proceso sistémico de observación, medida, análisis e interpretación encaminado al conocimiento de una intervención para alcanzar un juicio valorativo basado en evidencias, respecto de su diseño, puesta en práctica, efectos, resultados e impactos".
El propósito principal de una evaluación es el de determinar la importancia y cumplimiento de los objetivos, la eficacia y la eficiencia de un programa. En el caso de la evaluación de políticas públicas, se mide también el impacto conseguido respecto al progreso económico y social del territorio, ya que la evaluación de políticas públicas puede contribuir a generar confianza, transparencia y participación social.